Entrevista a Floria González: Parte 1



Detrás de los videos de “La fugitiva” y “Limosna”, así como de los visuales y las fotos de promoción de Mujer divina, hay una misma artista: Floria González. Seguramente has escuchado de ella en otras ocasiones porque además de trabajar con Natalia, ha participado en proyectos de otros músicos como Torreblanca, Carla Morrison, Andrea Balency y Leonel García. Es por ello que el equipo de Huu! se dio a la tarea de contactarla para pedirle que nos compartiera un poco de lo que ha vivido a lo largo de su carrera.

La cita fue al mediodía, en el restaurante de la familia de Floria, ubicado en la calle Elefante de la colonia Del Valle. Al entrar noté que era un lugar muy especial, pues además de servir toda clase de carnes y cortes dentro de un ambiente muy acogedor, los manteles y las paredes estaban llenos de dibujos hechos por diversos artistas, desde profesionales, hasta niños.

Como llegué unos minutos antes de lo previsto, me senté en una de las bonitas mesas blancas de madera del lugar y comencé a revisar las notas y preguntas que entre todos los miembros de Huu! habíamos formulado. Después de un rato, en la puerta apareció una mujer finita y llena de personalidad. Traía lentes oscuros y leggings, así como un suéter negro que se ocultaba detrás de un montón de pliegos de papel en sus brazos. Sin duda era Floria.

Estuve con ella alrededor de una hora. Primero charlamos sobre su trabajo con Natalia y posteriormente me contó un poco sobre su formación como artista y varios de los proyectos en los que ha participado junto a FLOTO, su casa productora. Te invito a que leas la primera parte de esta bonita conversación, en la que Floria nos comparte, entre muchas otras cosas, cómo surgieron los primeros dos videos de Mujer divina.

Huu!: ¿Cómo conociste a Natalia?
Floria González: Mmm… Fue hace muchísimo, por Leo (Leonel García), en alguna fiesta hace como ocho años. Realmente no empezamos a platicar más hasta hace unos dos o tres años. Fue algo que se dio de forma natural, nos empezamos a ver, platicábamos… Después me invitó a tomarle unas fotos y luego hicimos el video de “La fugitiva”.

H: ¿Trabajaste con ella antes de Mujer divina?
FG: Sí, hace como seis años hice unas fotos para Leonel y Natalia. Iban a vender los shows juntos en Westwood, pero creo que al final se salió Natalia... y luego Leo. Aunque esas fotos han servido para varias cosas por ahí.

H: ¿Cuál fue el primer acercamiento que tuviste con su música?
FG: Cuando vivía en Acuña, Coahuila; creo que la vi en Telehit, hace como diez años. Recuerdo que pensé: “¡Qué loca chica! ¡Está bien padre!”. (Risas) ¡Ay, no! Espera, vamos para atrás. Yo estaba en un grupo, Ellas Tres, y ella estaba en otro, Twist, y por ahí nos llegamos a topar, pero eso fue hace muchos años.

H: ¿Qué opinas de la música de Natalia y concretamente de Mujer divina?
FG: Pues a mí me parece que Natalia es la mejor cantautora que tenemos en México. Tal cual. Y Mujer divina es un discazo. Natalia hizo una gran reinterpretación de las canciones y realmente logró traerlas a lo contemporáneo con un estilo distinto al de Agustín. Muy pocos pueden hacer eso. Muchos que hacen covers hacen cosas muy similares, no se avientan, no se atreven o no tienen el talento para hacerlo.

H: ¿Cómo surgió la propuesta de trabajar juntas?
FG: Llevaba varios meses diciéndome que quería que le hiciera unas fotos o un video, pero todavía no se había dado la oportunidad. Cuando hicieron Mujer divina, grabaron un  video con otro director y creo que al final no pudo salir. Y me habló así de: “Necesito tu ayuda, necesito que hagamos un video así, para mañana, en Argentina”, porque allá estaba Kevin. Y nos fuimos. Preparé todo en… nada. No me fui con mi equipo porque no había presupuesto para llevarme a todos. Entonces, por Skype platicaba con la chica de arte y con el equipo de allá. Aquí mandé hacer el vestuario con una chica que se llama Sol. Pero por ejemplo, yo siempre trabajo con Karina Preciado, llevamos como 10 años trabajando juntas, y yo estaba así de: “Es que si no estás tú, ¿qué voy a hacer?”. Bueno, pero la maquillista de allá sí fue muy buena.

H: ¿Podrías contarnos más acerca de la filmación de “La fugitiva”?
FG: Pues me habló Natalia y me dijo: “Necesito que hagamos este video ya”. Tuvimos junta con Mara y me dijo que no  había tanto presupuesto porque ya habían hecho el otro video. Primero nos íbamos a ir a La Patagonia, a la nieve, porque Kevin iba a estar allá. Empecé a hacer mi storyboard en la nieve y a la mitad llevaba como 2 o 3 días trabajando en él, me dicen: “No, sale muy caro llevar todo parar allá, hay que hacerlo en Buenos Aires”.  Pero estuvo mejor porque en la nieve no hay tantos elementos de dónde agarrarse. Iba a ser mucho más minimalista. Se me estaban ocurriendo cosas raras: los iba a enterrar o sea pobres, iban a sufrir mucho y ya estábamos pensando qué ponerles para que no les diera hipotermia o algo. (Risas) Como iba a ser allá, a mí sí me daba como miedito traer cámara en la nieve, porque soy chiquita, y como era mucha cámara en mano dije: “Sí necesito un fotógrafo”. Yo siempre fotografío todo, pero en esa ocasión dije: “Bueno, va”, y Natalia me dijo que conocía a un fotógrafo muy bueno. Entonces, cuando nos fuimos a Buenos Aires, dije: “Pues ya, que lo haga él”, porque pues ya estaba ahí.  Eso fue como un gran reto para mí, el delegar al no estar yo en la cámara. Lo bueno es que nos entendimos bien y lo hizo como yo quería, porque a veces lo hacen como ellos quieren, pero no,  a toda madre. Hice todo el story y como tres días antes de irnos a Buenos Aires se lo enseñé a Nat cuadro por cuadro. Como no la conocía muy bien, no sabía si me iba a querer cambiar todo, pero no, lo vio y le encantó.

H: ¿En qué te inspiraste para hacer el storyboard?
FG:Natalia me pasó unos libros de la vida de Agustín Lara. Durante el inicio de su carrera, tuvo una mujer que se llamaba Angelina. Vivió muchos años con ella, viajaron mucho y fue como su primer matrimonio. Después de que él la dejó, ella nunca más volvió a tener una pareja, nunca más se casó. Y… tenía una maleta en la que guardaba todos los recortes donde aparecía Agustín. ¡Imagínate buscar todos los periódicos y revistas donde salía con María Félix o con no sé quién! Y hacía álbumes y todo lo guardaba en una maleta. Por eso la maleta del video. Y también en algún momento ella dice: “La vida es como una naranja que gira…”. De ahí viene también la naranja. Y la nube… Bueno, yo siempre trabajo con nubes. (Muestra la nube que tiene tatuada en el antebrazo) Y me pareció bonito que simbólicamente abres la maleta y hay como esta nube que respira. A mí se me hace como una densidad, es decir, una nube densa se mueve, pero no tanto como una que es libre. Esta es una nube atrapada; se debería ir, pero no se va porque la tengo atrapada en esta maleta, como los recuerdos.

H: Ya nos contaste qué simboliza la nube y el porqué de la naranja, sin embargo, en “La fugitiva” hay una parte, durante el puente musical, en la que Natalia y Kevin aparecen envueltos en una tela de color rojo que contrasta con los colores del resto del video. ¿Qué nos puedes decir al respecto?
FG: Una cosa que sí me dijo Nat antes de hacer el storyboard fue que quería un momento donde hubiera un baile. Le encanta el baile a Natalia. Y además acababa de ver Pina, una película sobre una bailarina muy famosa que ya murió. Entonces estaba con un trip de Pina, Pina, Pina, baile, baile, baile. (Risas) Como yo también bailé muchos años, hicimos buena mancuerna en ese sentido. Y pensé en esta cosa que es como un corazón y el baile allá adentro. De ahí el rojo. Entonces, claro, lo demás lo hice todo muy sobrio, todo hacia los verdes, porque los dos son fantasmas. Y bueno, si eres un fantasma, no te puedes ir,  te quedaste atorado por algo. Pero me gusta este momento en el que no importa si están atorados en el tiempo y logran conectarse como en un baile de amor.

H: ¿Cómo fue la grabación de esa escena?
FG: Fue un momento muy intenso. Imagínate, estaban Nat y Kevin metidos en este corazón y no se les podía ver que traían playera o algo. Natalia se puso un top y Kevin no traía camisa. Y de repente le dice Kevin: “O sea, Nat si de repente sientes algo raro…”. (Risas) Sí fue como un momento muy intenso. Natalia lo conoce, pero no tanto, y el baile es así, el baile con una pareja es como muy íntimo. Sí, fue el momento intenso de la filmación. Y bueno, en general en mis videos, siempre que hay tomas como muy fuertes, no me gusta hacerlas 80 mil veces porque se pierde la naturalidad. Entonces, fue: “Vamos a hacer esto tres veces y ya, se acabó”.

H: Y en cuanto a “Limosna”, ¿cómo nació el video?, ¿cuál fue tu inspiración?
FG: Mmm… Me habló Natalia como en noviembre del año pasado y me dijo: “Queremos hacer un video, pero antes de irnos de vacaciones y otra vez para ya”. Y yo le decía: “No, vamos a hacer uno más tranquilo, que quede chingón”. Y ella: “Ya sé, pero es que a la disquera le urge”. Y yo: “No pasa nada”. Total que a la mera hora, ella tenía que ir a Venezuela y Meme no sé qué, y pues logramos que la disquera dijera: “Está bien, grábenlo el año que entra”. Entonces, todas las vacaciones, en la playa, me puse a trabajar en la idea. Le había dicho que me gustaba que fueran unos amigos músicos y vagabundos en blanco y negro. Ella quería como onda Chaplin, algo como el visual que habíamos hecho, donde sale Natalia y se cambia de sombrero. ¿Lo has visto? Entonces, cuando empecé a hacer el guion, dije: “Me voy a volar la cabeza, no me va a importar nada, que sea fantástico”. Y de entrada decidí que fuera en otro planeta, porque ya con ese planteamiento podía pasar cualquier cosa. Le mandé todo a Natalia en enero, y me pone: “Amiga, me da mucho miedo, está muy raro, no le entiendo, explícamelo para saber qué es y quiénes son estos personajes”. Le fui explicando parte por parte, y ya me dijo: “¡Wow! Me encanta. Nada más no hay que sobrepasarnos en la caracterización porque nos tenemos que ver bien Meme y yo”. Y yo le dije: “Claro, no te preocupes, buscamos un punto medio”. Tuvimos junta con la maquillista y vestuarista (Karina Preciado), la directora de arte (Alejandra Alarcón) y demás... ¡Ah!, porque el niño iba a ser como todo hombre lobo, pero luego nos pareció demasiado y ya, en la junta le fuimos como bajando y afinando para que no fuera tanto. Pero a la hora de la grabación, cuando Natalia empezó a ver los personajes y el set y todo, dijo: “¡Me vale! Píntenme de blanco, no me importa”. Al final le valió. Y como estaba Mara, la de la disquera, y Mara estaba fascinada, pues ya, dijo: “Vamos a hacerlo al cien”. Y a Leo (Leonel García) también le conté la idea y como le encanta actuar dijo: “Va”. Pero le dije: “Te voy a poner unos pelos terribles”. Y a Ale (Alejandra Quesada) le hablé se me ocurrió ella porque es amiga de Natalia , y ya a me dijo: “Claro, por supuesto, cuando quieras” y le dije: “Vas a ser como tipo Coco Channel del espacio, con brillantina y así”. (Risas)

H: ¿Qué otras dificultades enfrentaste durante las grabaciones?
FG: Pues en el video de “La fugitiva”, de entrada, el manager de Kevin dijo: “Kevin puede de 11 de la mañana a 6”, y para todo el video. Es muy poco tiempo. Y maquíllalo, desmaquíllalo… Entonces, empezamos con Natalia, la maquillamos a las 6 de la mañana para hacer la toma de la calle. Un día antes fuimos y creo que era domingo, porque dijimos: “Perfecto, no pasan coches, está increíble”. Bueno, no, al día siguiente había tráfico, teníamos que parar los coches, había niños pasando para ir a la escuela… Y como de comedia, ya que no pasaba nadie y empezábamos a grabar, aparecía una señora con su carrito. Pero lo logramos. Y bueno, yo dije: “Ni modo, si hay que acabar a las 6, acabamos a las 6".  Kevin tenía que llevar a su hijo a la escuela, por eso llegó a las 11. ¿Qué le dices? Ni modo que no lleve a su hijo a la escuela. Y así muchas veces me ha tocado. En el de “Limosna”, Natalia y Meme se tenían que ir a las 10 de la noche porque al día siguiente tenían un show en no sé dónde. Por eso siempre mis guiones son muy detallados y muy precisos, para no estar improvisando. Todo es muy ordenado: qué dice aquí, hacemos esa toma y nos vamos a lo que sigue. Y entonces el editor, Guillermo Llamas, sólo busca la mejor toma de cada escena y ya, nada más va pegando. Y pocas veces hago algún efecto especial, como con el pececito de “Limosna”. De hecho tengo por ahí otro corte de “La fugitiva” en el que hay como unas manchas de acuarela que salen del vestido y la mesa, y un  rayo que sale de Natalia, pero al final Nat dijo que no, que lo dejáramos así, al natural.

H: ¿Qué nos puedes contar sobre las fotografías que tomaron para la promoción de Mujer divina?
FG: Hicimos 5 sets diferentes. Lo primero es que se vea muy bien Natalia, es lo más importante. Y a mí me gusta hacer fotografía diferente. Poner un fondo blanco y hacer fotos nunca ha sido mi rollo.  Entonces, pues planeo todo y siempre hago sketches de todo lo que hago: tal color quiero, con tal árbol, de tal color el árbol, con la ropa de tal modo… y se lo entrego a mi equipo para montarlo. 

H: Y en cuanto a los visuales, ¿qué proceso creativo seguiste?
FG: Natalia me trajo varios libros y videos. Primero que nada, quería que tuviera la esencia del cine en blanco y negro de la época de Agustín Lara y una textura como de 8 mm, y quería  que tuviera que ver mucho con la mujer en general, con  diferentes tipos y personalidades de mujer. Me trajo un libro de una fotógrafa increíble, Francesca Woodman, una chica de los sesenta más o menos. Ella se suicidó muy joven. Sus fotos tratan mucho sobre lo femenino. Se disfrazada y disfrazaba a sus amigas de negro y de blanco, y le gustaba hacer como barridos, como si fueran fantasmas. Entonces, sobre eso trabajamos. Entre las dos fuimos armando todo, porque sí era muy importante que fuera lo que ella se imaginaba. Por ejemplo, Natalia me decía: “En esta quiero que haya mucho movimiento”, entonces ya poníamos a las chicas bailando.

H: ¿Qué rasgos de Natalia te facilitaron tu trabajo?
FG: Tiene muy claro lo que quiere. Es una artista que tiene mucha personalidad. Retratar a alguien así es más fácil. La pongo ahí, le tomo una foto y ya, está bien padre la foto. Y sobre todo, me encanta su música. Nunca hago videos de alguien cuya música no me guste. Ni fotos. Es como una regla que tengo. Bueno, fotos, al principio, cuando estás empezando, pues sí; pero en general he tratado de mantener esa línea. Así es mi trabajo. Lo hago mucho por hobby, porque realmente me gusta.

H: ¿Crees que haya planes para seguir trabajado con Natalia?
FG: No sé. Ojalá sí, me encantaría.
Para entonces me encontraba verdaderamente maravillada por todos los detalles que Floria me había compartido. Si los videos de “La fugitiva” y “Limosna” me gustaban antes, ahora me gustaban más. Me parecía muy bello el uso que había hecho de elementos como la nube dentro de la maleta y encontraba muy interesantes las relaciones que su trabajo había establecido con el de mujeres como  Francesca Woodman o  Pina. Me urgía escuchar la historia de cómo se había convertido en la gran artista que es.

Así que no te pierdas la siguiente entrega de esta entrevista, en la cual Floria nos regala una serie de anécdotas sobre sus primeros días en la ciudad de México como miembro de un grupo musical, los proyectos que ha desarrollado en FLOTO junto a Liliana Limón, Karina Preciado, Alejandra Alarcón y Guillermo Llamas; y sus inquietudes como artista visual, entre otras cosas. Mientras tanto, cuéntanos qué fue lo que más te gustó de esta primera parte o qué otras cosas te hubiera gustado saber sobre el trabajo de Floria González con Natalia Lafourcade.


 Por: Ana R. 


Fotografía: Pablo E. Peña P.
No. 4,Storyboard y vestuario: Floria González

Agradecimiento especial a Floria González